Alvaro Aroca
Quinchahue
un lugar donde se unen dos cosas
Mi mirada cuestiona el empoderamiento del ritual en su acción misma a través de prácticas simbólicas, que asume reflexivamente en un contexto occidental. En la propia evocación de otros tiempos, lugares, cuerpos y la forma en que estos ritos son saneados por el discurso eurocéntrico y colonial que deja de lado los saberes de quienes no forman parte de un universal europeo blanco, católico y patriarcal.
Además del sacrificio, que desde una mirada restituida, establece una relación de contigüidad entre dos términos inicialmente separados, hombre y dios, a través de una víctima (Levis Strauss, 1972). Es inevitable preguntarse. ¿Son relaciones de poder que actualmente se cuestionan en una sociedad de consumo? ¿Es el contexto histórico y geográfico una imposición virtual occidental de este sacrificio?
Alvaro Aroca
Quinchahue es la ambigüedad entre un territorio adquirido inherentemente y uno impuesto. Es la unión simbólica entre posiciones culturales de lo que “fluye” en un contexto local y otro foráneo. Ya no en una mirada estática sobre un rito, sino, estética.